Salud mental: el tema que todos presumen, pero pocos practican
- Kiik Consultores
- 7 oct
- 2 Min. de lectura

Sabemos que la conversación sobre salud mental la ves en los valores corporativos, en los foros de liderazgo y en los discursos de bienestar. Pero una cosa es hablar del tema, y otra muy distinta es asumir la responsabilidad que implica.
Porque sí: todos dicen que la salud mental importa.
Pero cuando alguien del equipo empieza a mostrar señales de agotamiento, ansiedad o desmotivación… de repente, el ambiente se llena de silencio incómodo sin saber cómo abordarlo.
Líderes y empresas confundidos
La mayoría de los líderes ya saben que deberían hablar del tema, pero no saben cómo.
Tienen miedo de decir algo incorrecto, de “meterse donde no les corresponde”, o de abrir una puerta que no sepan cerrar.
Ese miedo (aunque parezca prudencia) termina aislando a las personas.
Y lo irónico es que, en entornos que presumen cuidar el bienestar, el silencio sigue siendo el mayor riesgo.
Algunos creen que atender la salud mental es solo organizar sesiones de yoga o charlas motivacionales y ya está. Otras contratan terapia sin un plan integral.
No basta con tener días de descanso si el día a día sigue lleno de sobrecarga, micro gestión o miedo a perder el trabajo.
La coherencia pesa más que cualquier programa de bienestar.
Límites y responsabilidades reales
La pregunta de fondo no es si la salud mental es importante (ya lo sabemos), sino:
¿hasta dónde llega la responsabilidad de la empresa?
No se trata de que los líderes se vuelvan terapeutas, sino de que el lugar de trabajo no sea un detonante de crisis.
Sí es obligación cuidar las condiciones laborales, formar líderes con inteligencia emocional.
No es obligación diagnosticar, ofrecer terapia interna o intervenir en la vida personal.
Y en la zona gris, lo más humano: acompañar, escuchar y conectar con recursos profesionales.
“Nos encanta hablar de salud mental, pero nadie quiere hacerse responsable.”
El problema no es falta de conciencia, sino falta de acción.
En KIIK, creemos que hablar de salud mental es hablar de liderazgo.
La salud mental no es un beneficio, es una competencia organizacional.
Y los líderes que no aprendan a gestionarla, estarán quedándose atrás.




Comentarios