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Generación Beta: La nueva generación del 2025

Irelda Ceballos

Por Irelda Ceballos


 

Este 2025, no solo estamos cerrando con el primer cuarto del siglo, si no que estamos recibiendo a una nueva generación. Los bebés nacidos el 1 de enero de 2025 no solo son los primeros bebés del año, sino que también se convirtieron en los primeros miembros de la Generación Beta.

 

¿Quiénes serán la Generación Beta?

 

La Generación Beta va a incluir a los nacidos entre 2025 y 2039, hijos en su mayoría de los Gen Z y los millennials más jóvenes. Ellos son la segunda generación completamente del siglo XXI y, probablemente, muchos de ellos llegarán a ver el siglo XXII. Su vida estará marcada por avances tecnológicos como la inteligencia artificial, la automatización y entornos virtuales inmersivos.

 

Según Mark McCrindle, demógrafo que nombró a esta generación, ellos estarán completamente integrados en un mundo donde la tecnología es la norma y no la excepción. Desde autos que se manejan solos hasta la posibilidad de colonizar Marte, la Generación Beta crecerá en un entorno donde los límites de la ciencia ficción se volverán realidad cotidiana.

 

El Cambio Constante de las Generaciones

A medida que las generaciones evolucionan, también cambian sus valores, prioridades y formas de interactuar con el mundo. Las empresas ya han vivido los desafíos de entender a los millennials y la Generación Z, quienes transformaron la manera en que pensamos sobre el trabajo, el equilibrio entre la vida personal y profesional, y la innovación. 

 

Ahora, con la Generación Beta en camino, las organizaciones se enfrentarán un nuevo reto: adaptarse a una fuerza laboral que crecerá rodeada de tecnología avanzada y automatización.

 

Los Beta no solo serán nativos digitales; serán “nativos de la automatización”. Esto significa que no solo dominarán las herramientas tecnológicas, sino que también esperarán que estas herramientas trabajen para ellos de manera eficiente. ¿Qué significa esto para las empresas?

 

La actualización constante no será opcional, sino esencial.

Para entender y aprovechar el talento de la Generación Beta, las empresas deberán de comenzar a construir bases sólidas desde hoy. Aquí te comparto algunos puntos clave:

  1. Invertir en Innovación y Tecnología:


    Las empresas deben mantenerse al día con las tendencias tecnológicas para atraer a esta generación. Desde la automatización hasta la inteligencia artificial, el entorno laboral deberá ser tan avanzado como ellos lo esperan.

  2. Promover la Adaptabilidad:


    La Generación Beta crecerá en un mundo donde el cambio es constante. Las organizaciones deben fomentar culturas que valoren la flexibilidad y la resiliencia, no solo en sus empleados, sino también en sus modelos de negocio.

  3. Replantear la Capacitación:


    La educación y el desarrollo profesional serán diferentes para esta generación. Los formatos de aprendizaje deben ser personalizados, inmersivos y enfocados en habilidades adaptativas.

  4. Escuchar y Aprender:


    Como con cada nueva generación, la clave está en entender lo que los motiva. Crear canales de comunicación abiertos será esencial para comprender sus expectativas y diseñar ambientes laborales que los empoderen.

 

¿La clave? Encontrar el Equilibrio

Una de las mayores oportunidades para las empresas será encontrar puntos de convergencia entre las generaciones actuales y la futura Generación Beta. Con tres o incluso cuatro generaciones coexistiendo en el lugar de trabajo, la clave será diseñar espacios y culturas laborales que reconozcan y aprovechen las fortalezas únicas de cada grupo.

 

Los millennials aportarán innovación, los Gen Z flexibilidad, y la Generación Beta llegará con una visión completamente nueva del mundo. Al trabajar juntos, podemos construir entornos que sean inclusivos, colaborativos y preparados para enfrentar los desafíos del futuro.

 

El futuro es hoy

La Generación Beta aún está en sus primeros días, pero ya estamos viendo un adelanto de cómo moldearán el mundo. Para las empresas, esto no es solo una advertencia, sino una oportunidad de liderar ante una realidad que está en constante cambio. La clave será abrazar el cambio y construir culturas organizacionales que no solo se adapten, sino que prosperen en este nuevo paradigma.

 

La pregunta no es si debemos adaptarnos, sino ¿cómo lo haremos?

 
 
 

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