“Deja de ser tú”: Rompiendo el piloto automático
- Alejandro Morales
- 25 mar
- 3 Min. de lectura
Por Alejandro Morales

A veces un libro no solo te engancha: algunos te pueden incomodar, retar y hasta transformar. Este es el caso de Deja de ser tú, de Joe Dispenza. Una gran opción para quienes puedan sentir en su interior que necesitan un cambio sin saber exactamente por dónde comenzar. Y por cambio me refiero a ir más allá de lo que se conocía de uno mismo. Quizás este puede ser el pequeño empujón que necesitas para para al menos empezar a ver las cosas desde una perspectiva que no siempre estamos conscientes de.
Desde las primeras páginas, el autor nos confronta con una verdad incómoda que a veces ignoramos o de plano evitamos mirar: que es que la mayor parte del tiempo estamos funcionando en automático. Pensamos lo mismo que ayer, sentimos lo mismo que hace una semana, reaccionamos igual que siempre. Y así, sin darnos cuenta, terminamos repitiendo el ciclo, viviendo el mismo día una y otra vez, solo con una fecha distinta.
Lo que me llama la atención de esta obra es que no se trata de ninguna doctrina o dogma de fe, sino que Dispenza explica, con base científica, cómo nuestro cerebro crea conexiones neuronales basadas en nuestros pensamientos y experiencias repetidas. Es decir, nuestras emociones, decisiones y comportamientos terminan volviéndose hábitos mentales profundamente arraigados. Lo más impactante es que eso que llamamos "nuestra personalidad" no es más que la suma de esas repeticiones. Entonces, la premisa del libro se basa en que “si quiero una vida distinta, tengo que ser alguien distinto”. No por fuera, sino adentro. Y ese fue mi primer gran “click” y a la vez reto con este libro.
A lo largo de los capítulos, Deja de ser tú se convierte en un mapa paso a paso para romper con la identidad que hemos construido en base de todas estas repeticiones y de cómo desechar lo que ya no nos sirve. Más no desde la negación ni la culpa, sino partiendo desde la comprensión de que somos seres programables y por ende, también reprogramables. Y ahí es donde se nos proponen una serie de prácticas, sobre todo meditativas, para acceder a ese espacio cuántico entre lo que somos y lo que podemos llegar a ser.
Una parte que resonó bastante conmigo fue cuando se habla del “yo memorístico”, esa versión de nosotros que vive estancada en el pasado, anclada a emociones que ya no están vigentes pero que seguimos reviviendo como si fueran actuales. ¿Cuántas veces hemos tomado decisiones desde el miedo, la desconfianza o la necesidad de control, solo porque en algún momento del pasado dichas emociones “me protegieron”? Esto me ayudó a poder ver e identificar esas capas con más claridad y poder trabajar en las áreas de oportunidad.
Empecé a probar algunas de las herramientas que propone. Adelanto y admito que no fue fácil al principio. Aparte de que a veces puedo ser algo disperso, el cuerpo y la mente no quieren soltar lo que conocen. Pero a medida que fui practicando, comencé a experimentar pequeños cambios: mayor presencia, menos reactividad, más apertura a lo nuevo. Pero sobre todo y lo más valioso para mí, empecé a sentirme menos atado a mis narrativas antiguas, y más conectado con una versión de mí que todavía se está construyendo.
Definitivamente no se trata de una lectura ligera, pues incluso a mi me costó seguir la lectura en algunas ocasiones. Pero es una puerta a la posibilidad, a través de un llamado a hacer un trabajo interno serio y comprometido. Una posibilidad de romper con el piloto automático, de dejar atrás la repetición, de imaginar y crear una nueva identidad más alineada con quien realmente somos o queremos ser.
Si estás sintiendo que necesitas soltar una vieja versión de ti, si sabes que hay algo más esperando del otro lado de tus pensamientos de siempre, y no sabes bien como iniciar, definitivamente este libro puede ser una guía transformadora y merece la pena. No promete resultados instantáneos, pero sí te entrega herramientas poderosas para comenzar el camino hacia tu propio rediseño interior.
Hoy puedo decir que, gracias a esta lectura, me permití abrir un nuevo capítulo en mi forma de habitar el presente. Y cada día, con intención, estoy aprendiendo a dejar de ser yo… para convertirme en quien realmente soy.
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