top of page
Elvira Torres

Salud y Finanzas: Más Conexión de la que Imaginamos

Por Elvira Torres




“El dinero no compra la felicidad, pero el mal manejo de nuestras finanzas puede robárnosla.”

En un mundo donde el dinero es necesario para cubrir nuestras necesidades y alcanzar nuestras metas, la salud financiera juega un papel crucial en nuestra calidad de vida. La falta de control sobre nuestros ingresos y gastos puede convertirse en una fuente de estrés constante, afectar nuestras relaciones y poner en riesgo nuestro bienestar físico y paz mental.

La situación financiera personal tiene un impacto significativo en la salud física, mental y emocional de una persona. Veamos algunos ejemplos:


  1.  Estrés y ansiedad: Las preocupaciones financieras constantes, como el miedo a no poder pagar las deudas o a no tener suficiente para cubrir necesidades básicas, generan altos niveles de estrés y ansiedad. Esto puede afectar la capacidad de concentración, la calidad del sueño y la estabilidad emocional. Cabe mencionar que todo lo anterior no solo afecta a la persona en su ámbito personal y familiar, sino que se refleja inevitablemente en su desempeño laboral pudiendo tener consecuencias que impactarán en su reconocimiento y crecimiento profesional.


  2. Depresión: La incapacidad para cumplir con responsabilidades financieras puede llevar a sentimientos de impotencia, tristeza profunda y, en algunos casos, depresión. Además, los problemas financieros pueden contribuir a la falta de motivación y baja autoestima, haciendo que la persona se sienta incapaz de mejorar su situación.

    Diversos estudios han mostrado una conexión clara entre los problemas financieros y la depresión, con estadísticas que reflejan el impacto negativo de las dificultades económicas en la salud mental. Veamos algunas estadísticas interesantes:

    a. Relación entre deuda y depresión: Según un estudio publicado por el American Journal of Public Health, las personas con deudas tienen tres veces más probabilidades de experimentar problemas de salud mental, como ansiedad y depresión, en comparación con quienes no tienen deudas.

    b. Efecto del desempleo en la salud mental: La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado que las personas desempleadas o con inseguridad laboral presentan tasas de depresión y ansiedad hasta un 40% más altas que las personas con empleo estable, debido a la inseguridad financiera y el estrés que genera.


  3. Problemas de salud física: El estrés financiero se asocia con problemas físicos, como hipertensión, problemas cardiovasculares, dolor de cabeza crónico y problemas digestivos. Según la Sleep Foundation, el 65% de las personas con dificultades financieras reportan problemas para dormir, como insomnio o sueño de mala calidad y la Mayo Clinic ha indicado que el estrés prolongado, como el causado por problemas financieros, debilita el sistema inmunológico.


  4. Impacto en las relaciones personales: Las tensiones financieras a menudo afectan la convivencia y las relaciones, especialmente en parejas y familias. La presión financiera puede causar conflictos, resentimientos y desconfianza, afectando la comunicación y generando un ambiente tenso en el hogar.

    En las parejas, los problemas de dinero pueden incluso derivar en separaciones y divorcios ya que son la causa de conflictos y discusiones constantes por la presión de pagar cuentas, ahorrar y planificar gastos, pérdida de confianza y transparencia si alguno suele ocultar gastos o deudas lo que se conoce como “infidelidad financiera”. La tensión que generan los problemas financieros puede desencadenar un ciclo de estrés y deterioro de la relación que se vuelve difícil de romper.


  5. Autoestima y autoconcepto: Las dificultades financieras pueden hacer que las personas se sientan fracasadas o avergonzadas. Esto afecta su autoestima, su percepción de valor personal y su sentido de logro, lo que impacta sus relaciones sociales y laborales.


Las mujeres y la Salud financiera      

En un mundo donde las mujeres enfrentan desafíos específicos en términos de brechas salariales, roles familiares y expectativas sociales, cuidar de las finanzas se vuelve un acto esencial para su autonomía y calidad de vida. La salud financiera para las mujeres no solo significa estabilidad económica, sino también libertad para tomar decisiones, alcanzar sus metas y enfrentar con seguridad las diferentes etapas de la vida.

Aquí algunas ideas que estoy segura son de gran utilidad:


1.      Educación financiera: Es crucial que las mujeres se interesen por aprender sobre finanzas personales, inversiones y gestión del dinero. Dejar de pensar que es algo complicado para verlo como algo necesario y dar ejemplo a los hijos.


2.      Hacer un presupuesto: comenzar por una aplicación sencilla de registro de gastos, este puede ser el primer paso para hacer el hábito de registrar, esto te ayuda a saber a dónde se va tu dinero, después enfrentarlo con tus ingresos, para poner límites si es necesario.


3.      Tener metas financieras: una primera meta financiera puede ser ahorrar lo suficiente para cubrir los gastos de al menos 6 meses. Eso te dará mucha paz. Abre una cuenta de CETES e invierte ahí el dinero para que siempre mantenga su valor y sea suficiente si llega el día en que necesites echar mano de ese FONDO DE EMERGENCIA

 

4.      Archivo compartido de cuentas y patrimonio en pareja

 a. Dediquen un tiempo a elaborar un documento con la información de cuentas bancarias, de inversiones, tarjetas de crédito, seguros, pensiones, testamento etc, con datos para acceder a ellas, números de identificación, usuarios, contraseñas, y contactos.

b. En otra sección enlisten sus propiedades, escrituras, planos de ubicación, información clave del negocio familiar, facturas de autos, obras de arte, joyas entre otros bienes de valor.

c. Si fuera el caso, mencionen el contacto para asesoría legal y financiera de confianza de la familia y asegúrate de que estás incluida como copropietaria o beneficiaria legalmente, revisa que la información este correcta, nombres, fechas de nacimiento, lugar de residencia etc.


5.      Desarrolla una actividad que te genere ingresos. Aunque no seas el principal proveedor de dinero de la familia, mantente activa, no dejes de aprender. Descubre tus talentos y haz de ellos una fuente de ingreso.


6.      Familiarízate con los pagos recurrentes de servicios y otros gastos de la casa. Si no estas involucrada en realizar pagos y transferencias en tiempo y forma, no sabes sobre fechas de corte, cargos domiciliados a tarjetas de crédito, cobertura y primas de seguros etc, es recomendable que muestres interés e incluso que te comprometas a realizar algunas de estas actividades. Será un buen entrenamiento en caso de que llegue el día en que debas responsabilizarte de ello.


7.      Construye tu propio historial de crédito  

Si todas tus tarjetas de crédito son secundarias y dependen de la de tu esposo, te sugiero sacar una a tu nombre para que tengas una historia que te respalde si llegaras a solicitar un crédito en el futuro, esto se logra al pagar deudas y utilizar tarjetas de crédito de manera responsable.


8.      Pensión vitalicia. Si en alguna época de tu vida tuviste un trabajo formal y cotizaste en el seguro social, investiga si reúnes las semanas necesarias para acceder a una pensión, asesórate para recuperar esas semanas y haz un plan para conseguirla llegados los 60 años. Es un ingreso vitalicio al cual puedes tener derecho y vale la pena dedicar tu tiempo a hacerlo valer.


En conclusión, cuidar nuestras finanzas es cuidar nuestra paz; una vida financiera equilibrada es la base de una mente tranquila, un cuerpo saludable y un futuro con esperanza.

Tu futuro depende de lo que decidas hacer hoy.




18 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comments


bottom of page