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  • Aideé Granados

Manejo efectivo del implacable micro-estrés


Stressed at work

Todos estamos familiarizados, de alguna manera u otra, con el estrés. El estrés al que solemos referirnos es grande, visible y obvio. Algunos ejemplo que causaron y causan estrés son: 

  • La pandemia que vivimos mundialmente en 2020

  • La situación de guerra, política o mala economía en nuestros países

  • Una pérdida de trabajo, un diagnóstico de alguna enfermedad seria, el fallecimiento de un ser querido, el romper una relación sentimental importante, un divorcio o separación, el cambio de un país a otro, etc. 

 

Este es un estrés grande, visible y obvio.


Entonces, ¿qué es el micro-estrés? Micro-estrés se le conoce a los pequeños momentos de estrés que parecen manejables por sí mismos. “Es la acumulación implacable de pequeños eventos desapercibidos, en momentos fugaces, que afectan drásticamente nuestro bienestar”.

 

Piensa en una llamada perdida de algún familiar muy querido que de repente ves en tu celular y que no pudiste responder porque estabas trabajando. En la llegada a tu casa de los amigos vecinos justo cuando estás a punto de salir y tienes prisa. En que tienes que preparar de cenar después de un día largo de trabajo, y te acuerdas que tu refrigerador está vacío y no pudiste parar en el supermercado. Imagina decirle a tu hijo o hija que cancelaste su fiesta de cumpleaños en el parque porque hay pronóstico de lluvia. 


Pareciera que estos eventos pequeños, desapercibidos, fugaces, son inofensivos; sin embargo, no lo son.  Debido a que son tan pequeños y breves, no desencadenan la respuesta normal al estrés en nuestros cerebros para ayudarnos a sobrellevarlo. El micro-estrés se incrusta en nuestras mentes y se acumula con el tiempo. El impacto a largo plazo de esta acumulación nos agota: agota nuestra energía, daña nuestra salud física y emocional y contribuye a un deterioro de nuestro bienestar general. 


El micro-estrés nos llega tan rápido, y estamos tan condicionados a simplemente seguir adelante, que apenas reconocemos que ha sucedido algo. Probablemente tengamos que enfrentar muchas situaciones que causan micro-estrés en un solo día y es posible que hayamos llegado a decir que este es “mi estilo de vida agitado, y no es nada especial”. 


¿Es realmente esto lo que queremos y lo que nos trae emociones agradables como la paz, el agradecimiento, la conexión con otros, el bienestar? No lo creo. Una vez que comprendes la ciencia detrás del micro-estrés y de dónde proviene, puedes prepararte. 

En el libro: El Efecto Micro-estrés, Rob Cross y Karen Dillon han identificado tres categorías principales de micro-estrés:

1- El micro-estrés que disminuye nuestra capacidad para llevar a cabo tareas. Este es el micro-estrés que nos PARALIZA y por el que muchos sentimos que estamos fallando en el trabajo y en nuestra vida personal.

2- El micro-estrés que agota nuestras reservas emocionales. Este es el micro-estrés que nos deja agotados emocionalmente. Nos quita la paz, fortaleza y resistencia que nos ayuda a concentrarnos, priorizar y gestionar conflictos. 

3- El micro-estrés que desafía nuestra identidad. Este es el micro-estrés que nos hace sentir amenazados o bien, que estamos engañándonos a nosotros mismos. Este micro-estrés provoca la incómoda sensación de que no somos la persona que realmente queremos ser, es decir, que no somos coherentes y auténticos. 

Una vez identificado el tipo de micro-estrés más presente en tu vida, y luego reflexionar en sus causas, encuentra aquí algunas ideas para manejarlo efectivamente: 

  • Enfrenta el micro-estrés de manera concreta y práctica aprendiendo a dar más NO-positivos.

  • Pide ayuda a otros. No estás solo. 

  • Elige bien la comunidad que te rodea: que sea positiva y sume a tu vida. 

  • Pon atención al micro-estrés que tú causas a los demás. ¡Esto te causa micro-estrés también!

  • Cambia la perspectiva. Trata de mirar las cosas desde otro ángulo y decide aprender algo de la situación que tienes frente a ti. ¡Ve las cosas de manera diferente!

  • Pon en práctica el famoso “dejar ir” o “dejar pasar”. Puede ser la solución en muchos casos. 


Una de las conclusiones más interesantes para manejar efectivamente el micro-estrés, según estos autores Rob Cross y Karen Dillon, fue que aunque las personas que amamos o cercanas son una de las principales causas del micro-estrés en nuestra vida, también son parte de la solución. ¡La vida en comunidad es parte del manejo efectivo del micro-estrés! 


Hay un elemento tremendamente saludable de distracción cuando vivimos en comunidad, ya que las cargas emocionales no nos pesan tanto cuando estamos inmersos en una vida de comunidad. Compartir es clave. La comunidad nos ayuda a reconocer cuando estamos “haciendo una tormenta en un vaso de agua”, o cuando “necesitamos pedir ayuda y saber recibirla”. 


La comunidad como medicina es una poderosísima herramienta accesible y recursiva. ¿Qué esperas para beneficiarte más de ella? La decisión es tuya. 

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