Todo comunica: la ropa, las expresiones, y posturas en la oficina

Por Laura Garza

Vivimos en una época en donde vemos en exceso todo tipo de contenidos, y que por ende nos exige de manera personal generar un poco de lo que hacemos para ser parte de esa oleada que “se ve”.

Las redes sociales nos han acercado a personalidades poderosas, inspiradoras, exitosas no a nuestro alcance, a tal grado de conocer su manera de vestir, su forma de expresarse, de hablar y comportarse en su vida personal.

¿Qué pasa después? Que comenzamos a buscar un poco el estilo de uno y otro en su manera de vestir, en cómo tenían decoradas sus oficinas, sus accesorios y si tenemos a líderes que admiramos demasiado, todavía aún más.

La imagen de una persona exitosa sostiene la coherencia de su pensamiento, su actuar y su hablar. Para bien y para mal. Con esto me refiero a líderes positivos para la humanidad y lo que son totalmente lo opuesto.

Cuando hablamos de imagen personal, muchos lo entienden como la ropa que hay que utilizar, o simplemente el hecho de vernos bien y no es así.

La imagen personal no es elegir la ropa según el protocolo del evento, sino es elegir pensando qué quiero comunicar sobre mí en este día, con estas personas, en ese lugar.

Hay algo que me gustaría que se llevaran de este breve texto y es que “todo comunica”. Lo que el día de hoy eligieron para vestir, el cómo se peinaron, qué accesorios escogieron, qué color de termo tomaron para su café comunica primeramente su ánimo, sus emociones y, si profundizamos, también el cómo utilizan su cuerpo. Todo esto le da a los demás la información suficiente para saber qué acciones ir tomando durante el día.

Esos personajes lejanos que siguen en sus redes sociales han creado una personalidad cuidando cada uno de esos detalles. Obsérvalos con detenimiento la próxima vez. Todo tiene una intención.

Esta semana, hazte las preguntas: ¿Qué quiero logar esta semana? ¿Qué quiero transmitirle a mi equipo de trabajo o a mi jefe?  Y después de que lo tengas claro, elije detalladamente lo que te pondrás, cómo maquillarte, cómo expresarte con los demás, cómo mejorar tus mensajes a la hora de comunicarlos.

La imagen comienza con un: ¿Qué quiero transmitir? Después, con un: ¿Qué necesito para transmitirlo?  Y finalmente: ¿para qué?

Tú eres tu propia marca en tu pequeño, mediano o grande círculo laboral o social. Cuida ser coherente con lo que diariamente buscas comunicar.

Te invito a observarte como lo haces con los demás y trata de realizar un ligero cambio en tu forma de vestir, de hablarle a los demás, de mantener ordenada tu oficina o tu escritorio. Rompe con un patrón pequeño que pueda ser una barrera para que los demás se acerquen o se sientan con mayor confianza. Si eres mujer, siéntate un poco más en la orilla de la silla y verás que mejora tu postura. Si eres hombre, no te recargues del todo en la silla y abre un poco el compás de tus piernas, verás que también algo cambia y transmitirás mayor seguridad.

Verás que de lo pequeño se pueden ver grandes cambios.